Greeting#
Col 1:1 Pablo , apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
Col 1:2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre.
Thanksgiving and Prayer#
Col 1:3 Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por ustedes,
Col 1:4 pues hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos,
Col 1:5 a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio
Col 1:6 que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así lo ha estado haciendo también en ustedes, desde el día que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en verdad.
Col 1:7 Así ustedes lo aprendieron de Epafras, nuestro amado consiervo, quien es fiel servidor de Cristo de parte nuestra,
Col 1:8 el cual también nos informó acerca del amor de ustedes en el Espíritu.
Col 1:9 Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual,
Col 1:10 para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que leagrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios.
Col 1:11 Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo
Col 1:12 dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en la Luz.
Col 1:13 Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado,
Col 1:14 en quien tenemos redención: el perdón de los pecados.
The Preeminence of Christ#
Col 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Col 1:16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.
Col 1:17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen.
Col 1:18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía.
Col 1:19 Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud,
Col 1:20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.
Col 1:21 Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras,
Col 1:22 sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él.
Col 1:23 Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Paul’s Ministry to the Church#
Col 1:24 Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia.
Col 1:25 De esta iglesia fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio de ustedes, a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios,
Col 1:26 es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos.
Col 1:27 A estos Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria.
Col 1:28 A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
Col 1:29 Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí.
Col 2:1 Porque quiero que sepan qué gran lucha tengo por ustedes y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona.
Col 2:2 Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo,
Col 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos.
Col 2:5 Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome al ver su buena disciplina y la estabilidad de la fe de ustedes en Cristo.
Alive in Christ#
Col 2:6 Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor, así anden en Él;
Col 2:7 firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud.
Col 2:8 Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
Col 2:9 Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él,
Col 2:10 y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.
Col 2:11 También en Él ustedes fueron circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo;
Col 2:12 habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también han resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.
Col 2:13 Y cuando ustedes estaban muertos en sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos,
Col 2:14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.
Col 2:15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.
Let No One Disqualify You#
Col 2:16 Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo,
Col 2:17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo.
Col 2:18 Nadie los defraude de su premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, envanecido sin causa por su mente carnal,
Col 2:19 pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que es de Dios.
Col 2:20 Si ustedes han muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a preceptos tales como:
Col 2:21 «no manipules, no gustes, no toques»,
Col 2:22 (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los hombres?
Col 2:23 Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, perocarecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.
Put On the New Self#
Col 3:1 Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Col 3:2 Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Col 3:3 Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Col 3:4 Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.
Col 3:5 📝 Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Col 3:6 Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas,
Col 3:7 en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas.
Col 3:8 Pero ahora desechen también todo esto: ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca.
Col 3:9 Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,
Col 3:10 y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.
Col 3:11 En esta renovación no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, Escita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos.
Col 3:12 Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;
Col 3:13 soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes.
Col 3:14 Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad.
Col 3:15 Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Col 3:16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos ycanciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Col 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Rules for Christian Households#
Col 3:18 Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor.
Col 3:19 Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.
Col 3:20 Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es agradable al Señor.
Col 3:21 Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten.
Col 3:22 Siervos, obedezcan en todo a sus amos en la tierra, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo al Señor.
Col 3:23 Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres,
Col 3:24 sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven.
Col 3:25 Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido, y eso, sin acepción de personas.
Col 4:1 Amos, traten con justicia y equidad a sus siervos, sabiendo que ustedes también tienen un Señor en el cielo.
Further Instructions#
Col 4:2 Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias.
Col 4:3 Oren al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también he sido encarcelado,
Col 4:4 para manifestarlo como debo hacerlo.
Col 4:5 Anden sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo.
Col 4:6 Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona.
Final Greetings#
Col 4:7 En cuanto a todos mis asuntos, les informará Tíquico, nuestro amado hermano, fiel ministro y consiervo en el Señor.
Col 4:8 Porque precisamente para esto lo he enviado a ustedes, para que sepan de nuestras circunstancias y que conforte sus corazones;
Col 4:9 y con él a Onésimo, fiel y amado hermano, que es uno de ustedes. Ellos les informarán acerca de todo lo que aquí pasa.
Col 4:10 Aristarco, mi compañero de prisión, les envía saludos. También Marcos, el primo de Bernabé, (acerca del cual ustedes recibieron instrucciones. Si va a verlos, recíbanlo bien).
Col 4:11 También Jesús, llamado Justo. Estos son los únicos colaboradores conmigoen el reino de Dios que son de la circuncisión, y ellos han resultado ser un estímulo para mí.
Col 4:12 Epafras, que es uno de ustedes, siervo de Jesucristo, les envía saludos, siempre esforzándose intensamente a favor de ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.
Col 4:13 Porque de él soy testigo de que tiene profundo interés por ustedes y por los que están en Laodicea y en Hierápolis.
Col 4:14 Lucas, el médico amado, les envía saludos, y también Demas.
Col 4:15 Saluden a los hermanos que están en Laodicea, también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.
Col 4:16 Cuando esta carta se haya leído entre ustedes, háganla leer también en la iglesia de los laodicenses. Ustedes, por su parte, lean la carta que viene de Laodicea.
Col 4:17 Díganle a Arquipo: «Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas».
Col 4:18 Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas. La gracia sea con ustedes.
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Col 1:1 Pablo , apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
Col 1:2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre.
Col 1:3 Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por ustedes,
Col 1:4 pues hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos,
Col 1:5 a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio
Col 1:6 que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así lo ha estado haciendo también en ustedes, desde el día que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en verdad.
Col 1:7 Así ustedes lo aprendieron de Epafras, nuestro amado consiervo, quien es fiel servidor de Cristo de parte nuestra,
Col 1:8 el cual también nos informó acerca del amor de ustedes en el Espíritu.
Col 1:9 Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual,
Col 1:10 para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que leagrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios.
Col 1:11 Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo
Col 1:12 dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en la Luz.
Col 1:13 Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado,
Col 1:14 en quien tenemos redención: el perdón de los pecados.
Col 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
Col 1:16 Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él.
Col 1:17 Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen.
Col 1:18 Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía.
Col 1:19 Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud,
Col 1:20 y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.
Col 1:21 Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras,
Col 1:22 sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él.
Col 1:23 Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Col 1:24 Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia.
Col 1:25 De esta iglesia fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio de ustedes, a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios,
Col 1:26 es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos.
Col 1:27 A estos Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria.
Col 1:28 A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
Col 1:29 Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí.
Col 2:1 Porque quiero que sepan qué gran lucha tengo por ustedes y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona.
Col 2:2 Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo,
Col 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Col 2:4 Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos.
Col 2:5 Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome al ver su buena disciplina y la estabilidad de la fe de ustedes en Cristo.
Col 2:6 Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor, así anden en Él;
Col 2:7 firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud.
Col 2:8 Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
Col 2:9 Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él,
Col 2:10 y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.
Col 2:11 También en Él ustedes fueron circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo;
Col 2:12 habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también han resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.
Col 2:13 Y cuando ustedes estaban muertos en sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos,
Col 2:14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz.
Col 2:15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.
Col 2:16 Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo,
Col 2:17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo.
Col 2:18 Nadie los defraude de su premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, envanecido sin causa por su mente carnal,
Col 2:19 pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que es de Dios.
Col 2:20 Si ustedes han muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a preceptos tales como:
Col 2:21 «no manipules, no gustes, no toques»,
Col 2:22 (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los hombres?
Col 2:23 Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, perocarecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.
Col 3:1 Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Col 3:2 Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Col 3:3 Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Col 3:4 Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.
Col 3:5 [ Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Col 3:6 Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas,
Col 3:7 en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas.
Col 3:8 Pero ahora desechen también todo esto: ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca.
Col 3:9 Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,
Col 3:10 y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.
Col 3:11 En esta renovación no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, Escita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos.
Col 3:12 Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;
Col 3:13 soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes.
Col 3:14 Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad.
Col 3:15 Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Col 3:16 Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos ycanciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Col 3:17 Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Col 3:18 Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor.
Col 3:19 Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.
Col 3:20 Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es agradable al Señor.
Col 3:21 Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten.
Col 3:22 Siervos, obedezcan en todo a sus amos en la tierra, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo al Señor.
Col 3:23 Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres,
Col 3:24 sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven.
Col 3:25 Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido, y eso, sin acepción de personas.
Col 4:1 Amos, traten con justicia y equidad a sus siervos, sabiendo que ustedes también tienen un Señor en el cielo.
Col 4:2 Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias.
Col 4:3 Oren al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también he sido encarcelado,
Col 4:4 para manifestarlo como debo hacerlo.
Col 4:5 Anden sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo.
Col 4:6 Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona.
Col 4:7 En cuanto a todos mis asuntos, les informará Tíquico, nuestro amado hermano, fiel ministro y consiervo en el Señor.
Col 4:8 Porque precisamente para esto lo he enviado a ustedes, para que sepan de nuestras circunstancias y que conforte sus corazones;
Col 4:9 y con él a Onésimo, fiel y amado hermano, que es uno de ustedes. Ellos les informarán acerca de todo lo que aquí pasa.
Col 4:10 Aristarco, mi compañero de prisión, les envía saludos. También Marcos, el primo de Bernabé, (acerca del cual ustedes recibieron instrucciones. Si va a verlos, recíbanlo bien).
Col 4:11 También Jesús, llamado Justo. Estos son los únicos colaboradores conmigoen el reino de Dios que son de la circuncisión, y ellos han resultado ser un estímulo para mí.
Col 4:12 Epafras, que es uno de ustedes, siervo de Jesucristo, les envía saludos, siempre esforzándose intensamente a favor de ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.
Col 4:13 Porque de él soy testigo de que tiene profundo interés por ustedes y por los que están en Laodicea y en Hierápolis.
Col 4:14 Lucas, el médico amado, les envía saludos, y también Demas.
Col 4:15 Saluden a los hermanos que están en Laodicea, también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.
Col 4:16 Cuando esta carta se haya leído entre ustedes, háganla leer también en la iglesia de los laodicenses. Ustedes, por su parte, lean la carta que viene de Laodicea.
Col 4:17 Díganle a Arquipo: «Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas».
Col 4:18 Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas. La gracia sea con ustedes.
=====
Pablo , apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre. Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por ustedes, pues hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos, a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio que ha llegado hasta ustedes. Así como en todo el mundo está dando fruto constantemente y creciendo, así lo ha estado haciendo también en ustedes, desde el día que oyeron y comprendieron la gracia de Dios en verdad. Así ustedes lo aprendieron de Epafras, nuestro amado consiervo, quien es fiel servidor de Cristo de parte nuestra, el cual también nos informó acerca del amor de ustedes en el Espíritu. Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos, no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que anden como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que leagrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios. Rogamos que ustedes sean fortalecidos con todo poder según la potencia de Su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en la Luz. Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de Su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados. Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que Él tenga en todo la primacía. Porque agradó al Padre que en Él habitara toda la plenitud, y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él. Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro. Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes, y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo, hago mi parte por Su cuerpo, que es la iglesia. De esta iglesia fui hecho ministro conforme a la administración de Dios que me fue dada para beneficio de ustedes, a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios, es decir, el misterio que ha estado oculto desde los siglos y generaciones, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos. A estos Dios quiso dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria. A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo. Con este fin también trabajo, esforzándome según Su poder que obra poderosamente en mí. Porque quiero que sepan qué gran lucha tengo por ustedes y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona. Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos.Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome al ver su buena disciplina y la estabilidad de la fe de ustedes en Cristo. Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor, así anden en Él; firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud. Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo. Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad. También en Él ustedes fueron circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo; habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también han resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. Y cuando ustedes estaban muertos en sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos, habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él. Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo, cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo. Nadie los defraude de su premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, envanecido sin causa por su mente carnal, pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que es de Dios. Si ustedes han muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a preceptos tales como: «no manipules, no gustes, no toques», (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los hombres? Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, perocarecen de valor alguno contra los apetitos de la carne. Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria. Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia por causa de estas cosas, en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellas. Pero ahora desechen también todo esto: ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca. Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó. En esta renovación no hay distinción entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, Escita, esclavo o libre, sino que Cristo es todo, y en todos. Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes. Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad. Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos ycanciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones. Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre. Mujeres, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas. Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es agradable al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten. Siervos, obedezcan en todo a sus amos en la tierra, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo al Señor. Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien sirven. Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido, y eso, sin acepción de personas. Amos, traten con justicia y equidad a sus siervos, sabiendo que ustedes también tienen un Señor en el cielo. Perseveren en la oración, velando en ella con acción de gracias. Oren al mismo tiempo también por nosotros, para que Dios nos abra una puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también he sido encarcelado, para manifestarlo como debo hacerlo. Anden sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben responder a cada persona. En cuanto a todos mis asuntos, les informará Tíquico, nuestro amado hermano, fiel ministro y consiervo en el Señor. Porque precisamente para esto lo he enviado a ustedes, para que sepan de nuestras circunstancias y que conforte sus corazones; y con él a Onésimo, fiel y amado hermano, que es uno de ustedes. Ellos les informarán acerca de todo lo que aquí pasa. Aristarco, mi compañero de prisión, les envía saludos. También Marcos, el primo de Bernabé, (acerca del cual ustedes recibieron instrucciones. Si va a verlos, recíbanlo bien).También Jesús, llamado Justo. Estos son los únicos colaboradores conmigoen el reino de Dios que son de la circuncisión, y ellos han resultado ser un estímulo para mí. Epafras, que es uno de ustedes, siervo de Jesucristo, les envía saludos, siempre esforzándose intensamente a favor de ustedes en sus oraciones, para que estén firmes, perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios. Porque de él soy testigo de que tiene profundo interés por ustedes y por los que están en Laodicea y en Hierápolis. Lucas, el médico amado, les envía saludos, y también Demas. Saluden a los hermanos que están en Laodicea, también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa. Cuando esta carta se haya leído entre ustedes, háganla leer también en la iglesia de los laodicenses. Ustedes, por su parte, lean la carta que viene de Laodicea. Díganle a Arquipo: «Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas». Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas. La gracia sea con ustedes.
====
Pablo ,
apóstol de Jesucristo apostol es enviado. Pablo era enviado de Jesucristo
por la voluntad de Dios,
y el hermano Timoteo,
a los santos y fieles hermanos fiel en Colosenses: Colosenses 1:7 RVR60, Colosenses 4:7 RVR60, Colosenses 4:9 RVR60.
Fiel en otros pasajes: 1 Corintios 4:2 RVR60, Apocalipsis 2:10 RVR60, 1 Corintios 4:17 RVR60, Efesios 6:21 RVR60, Filipenses 4:3 RVR60
infieles: 2 Timoteo 2:13 RVR60
en Cristo
que están* en Colosas:
Gracia a ustedes y paz
de parte de Dios nuestro Padre.
similar introducción que Efesios 1:1-2
Damos gracias a Dios,
el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
orando siempre por ustedes,
pues hemos oído
de su fe en Cristo Jesús
y del amor que tienen
por todos los santos,
a causa de la esperanza reservada
para ustedes
en los cielos.
De esta esperanza ustedes oyeron
antes en la palabra de verdad,
el evangelio
que ha llegado
hasta ustedes.
Así como en todo el mundo
está dando fruto constantemente y creciendo,
así lo ha estado haciendo también en ustedes,
desde el día
que oyeron y comprendieron
la gracia de Dios en verdad.
Así ustedes lo aprendieron de Epafras,
nuestro amado consiervo,
quien es fiel servidor de Cristo de parte nuestra,
el cual también nos informó
acerca del amor de ustedes
en el Espíritu.
Por esta razón,
también nosotros,
desde el día que lo supimos,
no hemos cesado de orar por ustedes,
pidiendo que sean llenos
del conocimiento de Su voluntad
en toda sabiduría
y comprensión espiritual,
para que anden como es digno del Señor,
haciendo en todo,
lo que le agrada,
dando fruto en toda buena obra
y creciendo en el conocimiento de Dios.
Rogamos que ustedes sean fortalecidos
con todo poder
según la potencia de Su gloria,
para obtener toda perseverancia y paciencia,
con gozo dando gracias al Padre
que nos ha capacitado
para compartir la herencia
de los santos en la Luz.
Porque Él nos libró
del dominio de las tinieblas
y nos trasladó al reino de Su Hijo amado,
en quien tenemos redención:
el perdón de los pecados.
Él es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda creación.
Porque en Él fueron creadas todas las cosas,
tanto en los cielos como en la tierra,
visibles e invisibles;
ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades;
todo ha sido creado
por medio de Él
y para Él.
Y Él es antes de todas las cosas,
y en Él todas las cosas permanecen.
Él es también la cabeza del cuerpo
que es la iglesia.
Él es el principio,
el primogénito de entre los muertos,
a fin de que Él tenga en todo la primacía.
Porque agradó al Padre
que en Él habitara toda la plenitud,
y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo,
habiendo hecho la paz
por medio de la sangre de Su cruz,
por medio de Él,
repito, ya sean las que están en la tierra
o las que están en los cielos.
Y aunque ustedes antes estaban alejados
y eran de ánimo hostil,
ocupados en malas obras,
sin embargo,
ahora Dios los ha reconciliado
en Cristo en Su cuerpo de carne,
mediante Su muerte,
a fin de presentarlos santos,
sin mancha e irreprensibles delante de Él. 1 Tesalonicenses 5:23 RVR60, 1 Tesalonicenses 3:13 RVR60, 1 Corintios 1:8 RVR60
Esto Él hará
si en verdad permanecen en la fe
bien cimentados y constantes,
sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído,
que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo,
y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes,
y en mi carne,
completando lo que falta
de las aflicciones de Cristo,
hago mi parte por Su cuerpo,
que es la iglesia.
De esta iglesia fui hecho ministro
conforme a la administración de Dios
que me fue dada
para beneficio de ustedes,
a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios,
es decir, el misterio
que ha estado oculto
desde los siglos y generaciones,
pero que ahora ha sido manifestado
a sus santos.
A estos Dios quiso dar a conocer
cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles,
que es Cristo en ustedes,
la esperanza de la gloria.
A Él nosotros proclamamos,
amonestando a todos los hombres,
y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría,
a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
Con este fin también trabajo,
esforzándome según Su poder
que obra poderosamente en mí.
Porque quiero que sepan
qué gran lucha tengo por ustedes
y por los que están en Laodicea,
y por todos los que no me han visto en persona.
Espero que con esto sean alentados sus corazones,
y unidos en amor, alcancen todas las riquezas
que proceden de una plena seguridad de comprensión,
resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios,
es decir, de Cristo,
en quien están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y del conocimiento.
Esto lo digo
para que nadie los engañe
con razonamientos persuasivos.
Porque aunque estoy ausente en el cuerpo,
sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome
al ver su buena disciplina
y la estabilidad de la fe de ustedes en Cristo.
Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor,
así anden en Él;
firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe,
tal como fueron instruidos,
rebosando de gratitud.
Miren que nadie los haga cautivos
por medio de su filosofía y vanas sutilezas,
según la tradición de los hombres,
conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
Porque toda la plenitud de la Deidad
reside corporalmente en Él,
y ustedes han sido hechos completos en Él,
que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.
También en Él ustedes fueron circuncidados
con una circuncisión no hecha por manos,
al quitar el cuerpo de la carne
mediante la circuncisión de Cristo;
habiendo sido sepultados con Él en el bautismo,
en el cual también han resucitado con Él
por la fe en la acción del poder de Dios,
que lo resucitó de entre los muertos.
Y cuando ustedes estaban muertos
en sus delitos y en la incircuncisión de su carne,
Dios les dio vida juntamente con Cristo,
habiéndonos perdonado todos los delitos,
habiendo cancelado el documento de deuda
que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso,
y lo ha quitado de en medio,
clavándolo en la cruz.
Y habiendo despojado a los poderes y autoridades,
hizo de ellos un espectáculo público,
triunfando sobre ellos por medio de Él.
Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes
con respecto a comida o bebida,
o en cuanto a día de fiesta,
o luna nueva,
o día de reposo,
cosas que solo son sombra de lo que ha de venir,
pero el cuerpo pertenece a Cristo.
Nadie los defraude de su premio
deleitándose en la humillación de sí mismo
y en la adoración de los ángeles,
basándose en las visiones que ha visto,
envanecido sin causa por su mente carnal,
pero no asiéndose a la Cabeza,
de la cual todo el cuerpo,
nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos,
crece con un crecimiento que es de Dios.
Si ustedes han muerto con Cristo
a los principios elementales del mundo,
¿por qué, como si aún vivieran en el mundo,
se someten a preceptos tales como:
«no manipules, no gustes, no toques»,
(todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso),
según los preceptos y enseñanzas de los hombres?
Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría
en una religión humana,
en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo,
pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.
Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo,
busquen las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Pongan la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra.
Porque ustedes han muerto,
y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Cuando Cristo,
nuestra vida, sea manifestado,
entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.
Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal
como muertos a la fornicación,
la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia
por causa de estas cosas,
en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo
cuando vivían en ellas.
Pero ahora desechen también todo esto:
ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca.
Dejen de mentirse los unos a los otros,
puesto que han desechado al viejo hombre
con sus malos hábitos,
y se han vestido del nuevo hombre,
el cual se va renovando
hacia un verdadero conocimiento,
conforme a la imagen de Aquel que lo creó.
En esta renovación no hay *distinción *
entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, Escita, esclavo o libre,
sino que Cristo es todo, y en todos.
Entonces, ustedes
como escogidos de Dios,
santos y amados,
revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;
soportándose unos a otros
y perdonándose unos a otros,
si alguien tiene queja contra otro.
Como Cristo los perdonó,
así también háganlo ustedes.
Sobre todas estas cosas, vístanse de amor,
que es el vínculo de la unidad.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones,
a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes,
con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales,
cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Y todo lo que hagan,
de palabra o de hecho,
háganlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Mujeres, estén sujetas a sus maridos,
como conviene en el Señor.
Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.
Hijos, sean obedientes a sus padres en todo,
porque esto es agradable al Señor.
Padres, no exasperen a sus hijos,
para que no se desalienten.
Siervos, obedezcan en todo a sus amos en la tierra,
no para ser vistos,
como los que quieren agradar a los hombres,
sino con sinceridad de corazón,
temiendo al Señor.
Todo lo que hagan, háganlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres,
sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia.
Es a Cristo el Señor a quien sirven.
Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido,
y eso, sin acepción de personas.
Amos, traten con justicia y equidad a sus siervos,
sabiendo que ustedes también tienen un Señor en el cielo.
Perseveren en la oración,
velando en ella con acción de gracias.
Oren al mismo tiempo también por nosotros,
para que Dios nos abra una puerta para la palabra,
a fin de dar a conocer el misterio de Cristo,
por el cual también he sido encarcelado,
para manifestarlo como debo hacerlo.
Anden sabiamente para con los de afuera,
aprovechando bien el tiempo.
Que su conversación sea siempre con gracia,
sazonada como con sal,
para que sepan cómo deben responder a cada persona.
En cuanto a todos mis asuntos, les informará Tíquico,
nuestro amado hermano,
fiel ministro y consiervo en el Señor.
Porque precisamente para esto lo he enviado a ustedes,
para que sepan de nuestras circunstancias y que conforte sus corazones;
y con él a Onésimo,
fiel y amado hermano,
que es uno de ustedes.
Ellos les informarán acerca de todo lo que aquí pasa.
Aristarco,
mi compañero de prisión, les envía saludos.
También Marcos, el primo de Bernabé,
(acerca del cual ustedes recibieron instrucciones.
Si va a verlos, recíbanlo bien).
También Jesús, llamado Justo.
Estos son los únicos colaboradores conmigo en el reino de Dios
que son de la circuncisión,
y ellos han resultado ser un estímulo para mí.
Epafras,
que es uno de ustedes,
siervo de Jesucristo,
les envía saludos,
siempre esforzándose intensamente a favor de ustedes en sus oraciones,
para que estén firmes,
perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.
Porque de él soy testigo
de que tiene profundo interés
por ustedes
y por los que están en Laodicea
y en Hierápolis.
Lucas,
el médico amado,
les envía saludos,
y también Demas.
Saluden a los hermanos que están en Laodicea,
también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.
Cuando esta carta se haya leído entre ustedes,
háganla leer también en la iglesia de los laodicenses.
Ustedes, por su parte,
lean la carta que viene de Laodicea.
Díganle a Arquipo:
«Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas».
Yo, Pablo,
escribo este saludo con mi propia mano.
Acuérdense de mis cadenas.
La gracia sea con ustedes.
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Notas#
Pablo,
apóstol de Jesucristo Apostol es enviado
por la voluntad de Dios,
y el hermano Timoteo,
a los santos y fieles hermanos
en Cristo
que están en Colosas:
Gracia a ustedes y paz
de parte de Dios nuestro Padre.
Damos gracias a Dios, {{no solo Pablo dió gracias}}
el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
orando siempre por ustedes,
pues hemos oído
de su fe en Cristo Jesús
y del amor que tienen
por todos los santos,
a causa de la esperanza reservada
para ustedes en los cielos.
De esta esperanza ustedes oyeron
antes en la palabra de verdad,
el evangelio
que ha llegado
hasta ustedes.
Así como en todo el mundo
está dando fruto constantemente y creciendo,
así lo ha estado haciendo también en ustedes,
desde el día
que oyeron y comprendieron
la gracia de Dios en verdad.
Así ustedes lo aprendieron de Epafras,
nuestro amado consiervo,
quien es fiel servidor de Cristo de parte nuestra,
el cual también nos informó
acerca del amor de ustedes en el Espíritu.
Por esta razón, también nosotros,
desde el día que lo supimos,
no hemos cesado de orar por ustedes,
pidiendo que sean llenos
del conocimiento de Su voluntad
en toda sabiduría
y comprensión espiritual,
para que anden como es digno del Señor,
haciendo en todo, lo que le agrada,
dando fruto en toda buena obra y creciendo
en el conocimiento de Dios.
Rogamos que ustedes sean fortalecidos
con todo poder
según la potencia de Su gloria,
para obtener toda perseverancia y paciencia,
con gozo dando gracias al Padre
que nos ha capacitado
para compartir la herencia
de los santos en la Luz.
Porque Él nos libró
del dominio de las tinieblas
y nos trasladó al reino de Su Hijo amado,
en quien tenemos redención:
el perdón de los pecados.
Él es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda creación.
Porque en Él fueron creadas todas las cosas,
tanto en los cielos como en la tierra,
visibles e invisibles;
ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades;
todo ha sido creado
por medio de Él
y para Él.
Y Él es antes de todas las cosas,
y en Él todas las cosas permanecen.
Él es también la cabeza del cuerpo
que es la iglesia.
Él es el principio,
el primogénito de entre los muertos,
a fin de que Él tenga en todo la primacía.
Porque agradó al Padre
que en Él habitara toda la plenitud,
y por medio de Él reconciliar todas las cosas consigo,
habiendo hecho la paz
por medio de la sangre de Su cruz,
por medio de Él,
repito, ya sean las que están en la tierra
o las que están en los cielos.
Y aunque ustedes antes estaban alejados
y eran de ánimo hostil,
ocupados en malas obras,
sin embargo,
ahora Dios los ha reconciliado
en Cristo en Su cuerpo de carne,
mediante Su muerte,
a fin de presentarlos santos,
sin mancha e irreprensibles delante de Él.
Esto Él hará
si en verdad permanecen en la fe
bien cimentados y constantes,
sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído,
que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo,
y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro.
Ahora me alegro de mis sufrimientos por ustedes,
y en mi carne, completando lo que falta de las aflicciones de Cristo,
hago mi parte por Su cuerpo,
que es la iglesia.
De esta iglesia fui hecho ministro
conforme a la administración de Dios
que me fue dada
para beneficio de ustedes,
a fin de llevar a cabo la predicación de la palabra de Dios,
es decir, el misterio
que ha estado oculto
desde los siglos y generaciones,
pero que ahora ha sido manifestado a sus santos.
A estos Dios quiso dar a conocer
cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles,
que es Cristo en ustedes,
la esperanza de la gloria.
A Él nosotros proclamamos,
amonestando a todos los hombres,
y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría,
a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
Con este fin también trabajo,
esforzándome según Su poder
que obra poderosamente en mí.
Porque quiero que sepan
qué gran lucha tengo por ustedes
y por los que están en Laodicea,
y por todos los que no me han visto en persona.
Espero que con esto sean alentados sus corazones,
y unidos en amor, alcancen todas las riquezas
que proceden de una plena seguridad de comprensión,
resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios,
es decir, de Cristo,
en quien están escondidos todos los tesoros
de la sabiduría y del conocimiento.
Esto lo digo
para que nadie los engañe
con razonamientos persuasivos.
Porque aunque estoy ausente en el cuerpo,
sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome
al ver su buena disciplina
y la estabilidad de la fe de ustedes en Cristo.
Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor,
así anden en Él;
firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe,
tal como fueron instruidos,
rebosando de gratitud.
Miren que nadie los haga cautivos
por medio de su filosofía y vanas sutilezas,
según la tradición de los hombres,
conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo.
Porque toda la plenitud de la Deidad pleroma: Colosenses 1:19 RVR60
reside corporalmente en Él,
y ustedes han sido hechos completos en Él, completos = pleroo: Colosenses 1:9 RVR60, Colosenses 1:25 RVR60, Colosenses 2:10 RVR60, Colosenses 4:12 RVR60, Colosenses 4:17 RVR60; Juan 3:29 RVR60, Hechos 13:25 RVR60, Hechos 14:26 RVR60, PLEROO es: terminado, lleno, completado
que es la cabeza sobre todo poder y autoridad. poder y autoridad: Colosenses 1:16 RVR60, Colosenses 2:10 RVR60, 1 Pedro 3:22 RVR60
También en Él ustedes fueron circuncidados
con una circuncisión no hecha por manos,
al quitar el cuerpo de la carne
mediante la circuncisión de Cristo; Judaismo: circuncisión del corazón: Deuteronomio 10:16 RVR60
habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, gnosticismo: bautizado para ser inaugurado
en el cual también han resucitado con Él han resucitado: pasado no futuro. Es un hecho completado.
por la fe en la acción del poder de Dios,
que lo resucitó de entre los muertos.
Y cuando ustedes estaban muertos
en sus delitos y en la incircuncisión de su carne,
Dios les dio vida juntamente con Cristo,
habiéndonos perdonado todos los delitos,
habiendo cancelado el documento de deuda
que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso,
y lo ha quitado de en medio,
clavándolo en la cruz.
Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, poder y autoridad: Colosenses 1:16 RVR60, Colosenses 2:10 RVR60
hizo de ellos un espectáculo público,
triunfando sobre ellos por medio de Él.
Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes
con respecto a comida o bebida,
o en cuanto a día de fiesta,
o luna nueva,
o día de reposo,
cosas que solo son sombra de lo que ha de venir,
pero el cuerpo pertenece a Cristo.
Nadie los defraude de su premio
deleitándose en la humillación de sí mismo
y en la adoración de los ángeles,
basándose en las visiones que ha visto,
envanecido sin causa por su mente carnal,
pero no asiéndose a la Cabeza,
de la cual todo el cuerpo,
nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos,
crece con un crecimiento que es de Dios.
Si ustedes han muerto con Cristo
a los principios elementales del mundo,
¿por qué, como si aún vivieran en el mundo,
se someten a preceptos tales como:
«no manipules, no gustes, no toques»,
(todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso),
según los preceptos y enseñanzas de los hombres?
Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría
en una religión humana,
en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo,
pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.
Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo,
busquen las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Pongan la mira en las cosas de arriba,
no en las de la tierra.
Porque ustedes han muerto,
y su vida está escondida con Cristo en Dios.
Cuando Cristo,
nuestra vida, sea manifestado,
entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.
Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal
como muertos a la fornicación,
la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría.
Pues la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia
por causa de estas cosas,
en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo
cuando vivían en ellas.
Pero ahora desechen también todo esto:
ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca.
Dejen de mentirse los unos a los otros,
puesto que han desechado al viejo hombre si han desechado el causante de esas cosas, no tiene sentido tratar de resucitar al viejo hombre.
con sus malos hábitos, malos hábitos refiere a la manera de vivir en Adan. No significa que tienes que aprender nuevos habitos, significa que dejes de tratar de resucitar a ese muerto.
y se han vestido del nuevo hombre,
el cual se va renovando
hacia un verdadero conocimiento,
conforme a la imagen de Aquel que lo creó.
En esta renovación no hay distinción
entre griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, Escita, esclavo o libre,
sino que Cristo es todo, y en todos.
Entonces, ustedes
como escogidos de Dios,
santos y amados,
revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;
soportándose unos a otros
y perdonándose unos a otros,
si alguien tiene queja contra otro.
Como Cristo los perdonó,
así también háganlo ustedes.
Sobre todas estas cosas, vístanse de amor,
que es el vínculo de la unidad.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones,
a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos.
Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes,
con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales,
cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones.
Y todo lo que hagan,
de palabra o de hecho,
háganlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias por medio de Él a Dios el Padre.
Mujeres, estén sujetas a sus maridos,
como conviene en el Señor.
Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.
Hijos, sean obedientes a sus padres en todo,
porque esto es agradable al Señor.
Padres, no exasperen a sus hijos,
para que no se desalienten.
Siervos, obedezcan en todo a sus amos en la tierra,
no para ser vistos,
como los que quieren agradar a los hombres,
sino con sinceridad de corazón,
temiendo al Señor.
Todo lo que hagan, háganlo de corazón,
como para el Señor y no para los hombres,
sabiendo que del Señor recibirán la recompensa de la herencia.
Es a Cristo el Señor a quien sirven.
Porque el que procede con injusticia sufrirá las consecuencias del mal que ha cometido,
y eso, sin acepción de personas.
Amos, traten con justicia y equidad a sus siervos,
sabiendo que ustedes también tienen un Señor en el cielo.
Perseveren en la oración,
velando en ella con acción de gracias.
Oren al mismo tiempo también por nosotros,
para que Dios nos abra una puerta para la palabra,
a fin de dar a conocer el misterio de Cristo,
por el cual también he sido encarcelado,
para manifestarlo como debo hacerlo.
Anden sabiamente para con los de afuera,
aprovechando bien el tiempo.
Que su conversación sea siempre con gracia,
sazonada como con sal,
para que sepan cómo deben responder a cada persona.
En cuanto a todos mis asuntos, les informará Tíquico,
nuestro amado hermano,
fiel ministro y consiervo en el Señor.
Porque precisamente para esto lo he enviado a ustedes,
para que sepan de nuestras circunstancias y que conforte sus corazones;
y con él a Onésimo,
fiel y amado hermano,
que es uno de ustedes.
Ellos les informarán acerca de todo lo que aquí pasa.
Aristarco,
mi compañero de prisión, les envía saludos.
También Marcos, el primo de Bernabé,
(acerca del cual ustedes recibieron instrucciones.
Si va a verlos, recíbanlo bien).
También Jesús, llamado Justo.
Estos son los únicos colaboradores conmigo en el reino de Dios
que son de la circuncisión,
y ellos han resultado ser un estímulo para mí.
Epafras,
que es uno de ustedes,
siervo de Jesucristo,
les envía saludos,
siempre esforzándose intensamente a favor de ustedes en sus oraciones,
para que estén firmes,
perfectos y completamente seguros en toda la voluntad de Dios.
Porque de él soy testigo
de que tiene profundo interés
por ustedes
y por los que están en Laodicea
y en Hierápolis.
Lucas,
el médico amado,
les envía saludos,
y también Demas.
Saluden a los hermanos que están en Laodicea,
también a Ninfas y a la iglesia que está en su casa.
Cuando esta carta se haya leído entre ustedes,
háganla leer también en la iglesia de los laodicenses.
Ustedes, por su parte,
lean la carta que viene de Laodicea.
Díganle a Arquipo:
«Cuida el ministerio que has recibido del Señor, para que lo cumplas».
Yo, Pablo,
escribo este saludo con mi propia mano.
Acuérdense de mis cadenas.
La gracia sea con ustedes.