1 Juan

1 Juan#

===== 1Jn 1:1 Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida. 1Jn 1:2 Y la vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros. 1Jn 1:3 Lo que hemos visto y oído les proclamamos también a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. En verdad nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo. 1Jn 1:4 Les escribimos estas cosas para que nuestro gozo sea completo. 1Jn 1:5 Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que les anunciamos: Dios es Luz, y en Él no hay ninguna tiniebla. 1Jn 1:6 Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. 1Jn 1:7 Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. 1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. 1Jn 1:9 Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. 1Jn 1:10 Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso y Su palabra no está en nosotros. 1Jn 2:1 Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo. 1Jn 2:2 Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. 1Jn 2:3 Y en esto sabemos que lo hemos llegado a conocer: si guardamos Sus mandamientos. 1Jn 2:4 Él que dice: «Yo lo he llegado a conocer», y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. 1Jn 2:5 Pero el que guarda Su palabra, en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. En esto sabemos que estamos en Él. 1Jn 2:6 El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo. 1Jn 2:7 Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que han tenido desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído. 1Jn 2:8 Por otra parte, les escribo un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en Él y en ustedes, porque las tinieblas van pasando, y la Luz verdadera ya está alumbrando. 1Jn 2:9 El que dice que está en la Luz y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. 1Jn 2:10 El que ama a su hermano, permanece en la Luz y no hay causa de tropiezo en él. 1Jn 2:11 Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. 1Jn 2:12 Les escribo a ustedes, hijos, porque sus pecados les han sido perdonados por el nombre de Cristo. 1Jn 2:13 Les escribo a ustedes, padres, porque conocen a Aquel que ha sido desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a ustedes, niños, porque conocen al Padre. 1Jn 2:14 Les he escrito a ustedes, padres, porque conocen a Aquel que ha sido desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al maligno. 1Jn 2:15 No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 1Jn 2:17 El mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1Jn 2:18 Hijitos, es la última hora, y así como oyeron que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora. 1Jn 2:19 Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros. 1Jn 2:20 Pero ustedes tienen la unción del Santo, y todos ustedes lo saben. 1Jn 2:21 No les he escrito porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. 1Jn 2:22 ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. 1Jn 2:23 Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre. 1Jn 2:24 En cuanto a ustedes, que permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio. Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio, ustedes también permanecerán en el Hijo y en el Padre. 1Jn 2:25 Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna. 1Jn 2:26 Les he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañarlos. 1Jn 2:27 En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de Él permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como les ha enseñado, ustedes permanecen en Él. 1Jn 2:28 Y ahora, hijos, permanezcan en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados en Su venida. 1Jn 2:29 Si saben que Él es justo, saben también que todo el que hace justicia es nacido de Él. 1Jn 3:1 Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él. 1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es. 1Jn 3:3 Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro. 1Jn 3:4 Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley. 1Jn 3:5 Ustedes saben que Cristo se manifestó a fin de quitar los pecados, y en Él no hay pecado. 1Jn 3:6 Todo el que permanece en Él, no peca. Todo el que peca, ni lo ha visto ni lo ha conocido. 1Jn 3:7 Hijos míos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como Él es justo. 1Jn 3:8 El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. 1Jn 3:9 Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios. 1Jn 3:10 En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. 1Jn 3:11 Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. 1Jn 3:12 No como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 1Jn 3:13 Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia. 1Jn 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. 1Jn 3:15 Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. 1Jn 3:16 En esto conocemos el amor: en que Él puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 1Jn 3:17 Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? 1Jn 3:18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 1Jn 3:19 En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de Él 1Jn 3:20 en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene. Porque Dios es mayor que nuestro corazón y Él sabe todas las cosas. 1Jn 3:21 Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios. 1Jn 3:22 Y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. 1Jn 3:23 Y este es Su mandamiento: que creamos en el nombre de Su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado. 1Jn 3:24 El que guarda Sus mandamientos permanece en Él y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. 1Jn 4:1 Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. 1Jn 4:2 En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. 1Jn 4:3 Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 1Jn 4:4 Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquel que está en ustedes que el que está en el mundo. 1Jn 4:5 Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. 1Jn 4:6 Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error. God Is Love 1Jn 4:7 Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. 1Jn 4:8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. 1Jn 4:9 En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. 1Jn 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 1Jn 4:11 Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. 1Jn 4:12 A Dios nunca lo ha visto nadie. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros. 1Jn 4:13 En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de Su Espíritu. 1Jn 4:14 Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. 1Jn 4:15 Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. 1Jn 4:16 Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. 1Jn 4:17 En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo. 1Jn 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. 1Jn 4:19 Nosotros amamos porque Él nos amó primero. 1Jn 4:20 Si alguien dice: «Yo amo a Dios», pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. 1Jn 4:21 Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. 1Jn 5:1 Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. Todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de Él. 1Jn 5:2 En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. 1Jn 5:3 Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles. 1Jn 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. 1Jn 5:5 ¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? 1Jn 5:6 Este es Aquel que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no solo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. 1Jn 5:7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: 1Jn 5:8 el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres concuerdan. 1Jn 5:9 Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que Él ha dado testimonio acerca de Su Hijo. 1Jn 5:10 El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo. 1Jn 5:11 Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo. 1Jn 5:12 El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. 1Jn 5:13 Estas cosas les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. 1Jn 5:14 Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. 1Jn 5:15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. 1Jn 5:16 Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; yo no digo que se deba pedir por ese. 1Jn 5:17 Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte. 1Jn 5:18 Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que Aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. 1Jn 5:19 Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. 1Jn 5:20 Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos a Aquel que es verdadero; y nosotros estamos en Aquel que es verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. 1Jn 5:21 Hijos, aléjense de los ídolos.

======

Datos de 1 Juan#

Fecha de escritura:#

Es posible que 1, 2 y 3 Juan fueron escritos (sin saber el orden) alrededor de 65d.C. . a 90d.C. .

Lo anonimo de 1,2 y 3 Juan apelan a una escritura bajo persecución, el cual empezó después que Esteban fue apedreado.

propósito de escribir:#

1 Juan 2:21 No les he escrito porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad.

1 Juan 2:26 Les he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañarlos.

1 Juan 5:13 - Estas cosas he escrito a los que creen para que sepan que tienen vida eterna.

datos de interés: 2469 palabras#

1 Juan nuve de palabras

Frecuencia de Palabras en 1 Juan#

Palabra Frecuencia
que 161
dios 66
porque 36
nosotros 30
ustedes 28
los 24
mundo 23
nos 23
hijo 22
les 20
todo 20
del 19
amor 18
permanece 16
por 16
vida 15
esto 15
para 15
pecado 14
este 14
padre 14
está 14
aquel 13
sabemos 13
también 13
con 13
hemos 13
pero 13
espíritu 13
hermano 12
como 12
testimonio 12
han 12
sino 12
tiene 11
sus 11
hijos 11
son 10
ama 10
verdad 10
las 9
nacido 8
tenemos 8
principio 8
desde 8
visto 8
cosas 8
hay 7
mandamientos 7
así 7
dado 6
practica 6
escrito 6
amados 6
escribo 6
pecados 6
jesús 6
otros 6
eterna 6
oído 6
nuestros 6
jesucristo 6
luz 6
tinieblas 6
unos 6
mandamiento 6
somos 6
muerte 6
oye 5
amamos 5
mentiroso 5
justo 5
manifestó 5
palabra 5
cristo 5
conocen 5
maligno 5
saben 5
esta 5
lleva 4
tres 4
cree 4
delante 4
hecho 4
conoce 4
vencido 4
sido 4
verdadero 4
dice 4
alguien 4
nuestro 4
estas 4
comunión 4
sangre 4
peca 4
guarda 4
aborrece 4
ahora 4
confiesa 4
confianza 4
diablo 4
corazón 4
agua 4
temor 3
amó 3
mayor 3
cosa 3
amemos 3
cuando 3
niega 3
tienen 3
oyeron 3
nombre 3
conocer 3
ojos 3
acerca 3
decimos 3
míos 3
mismo 3
llegado 3
guardamos 3
anticristo 3
eso 3
fin 3
unción 3
nadie 3
justicia 3
puede 3
hermanos 3
cualquier 3
perfecciona 2
venido 2
profetas 2
pidamos 2
debemos 2
conocemos 2
obras 2
ley 2
ser 2
tengamos 2
todas 2
necesidad 2
respecto 2
cuanto 2
santo 2
ellos 2
viene 2
hora 2
hace 2
pasión 2
padres 2
sabe 2
parte 2
nuevo 2
solo 2
propiciación 2
hijitos 2
andamos 2
anunciamos 2
escribimos 2
nuestras 2
verbo 2
damos 2
nuestra 2
mensaje 2
ninguna 2
toda 2
hacemos 2
entero 2
estamos 2
antiguo 2
cual 2
verdadera 2
aún 2
causa 2
jóvenes 2
están 2
carne 2
voluntad 2
última 2
muchos 2
salieron 2
eran 2
todos 2
mentira 2
quién 2
tampoco 2
manifieste 2
infracción 2
pues 2
mató 2
asesino 2
recibimos 2
falsos 2
envió 2
creído 2
perfecto 2
quien 2
vence 2
dan 2
ídolos 1
conozcamos 1
poder 1
toca 1
injusticia 1
pedir 1
digo 1
dará 1
peticiones 1
pedimos 1
creen 1
concuerdan 1
uno 1
cielo 1
mediante 1
victoria 1
difíciles 1
amar 1
amo 1
teme 1
involucra 1
echa 1
día 1
salvador 1
amarnos 1
hayamos 1
medio 1
unigénito 1
amémonos 1
ver 1
prueben 1
mandado 1
agradables 1
aseguraremos 1
morar 1
contra 1
cierra 1
vidas 1
ningún 1
pasado 1
maravillen 1
justas 1
qué 1
era 1
pecar 1
simiente 1
propósito 1
engañe 1
quitar 1
purifica 1
esperanza 1
semejantes 1
manifestado 1
llamados 1
otorgado 1
cuán 1
venida 1
apartemos 1
permanecen 1
enseñe 1
engañarlos 1
promesa 1
permanecerán 1
procede 1
ignoren 1
manifestara 1
permanecido 1
hubieran 1
realidad 1
anticristos 1
surgido 1
siempre 1
pasa 1
arrogancia 1
amen 1
cegado 1
tropiezo 1
alumbrando 1
pasando 1
tenido 1
andar 1
verdaderamente 1
abogado 1
maldad 1
limpiarnos 1
mismos 1
limpia 1
mentimos 1
tiniebla 1
sea 1
tengan 1
manos 1
tocado 1
contemplado 1
propios 1
existía 1
estaba 1
proclamamos 1
gozo 1
completo 1
practicamos 1
engañamos 1
confesamos 1
fiel 1
perdonarnos 1
pequen 1
perfeccionado 1
debe 1
anduvo 1
otra 1
van 1
anda 1
adónde 1
perdonados 1
niños 1
fuertes 1
proviene 1
pasiones 1
habrían 1
permanezca 1
hizo 1
tratando 1
recibieron 1
enseña 1
enseñado 1
permanezcan 1
avergonzados 1
miren 1
gran 1
seamos 1
conoció 1
habremos 1
seremos 1
veremos 1
puesta 1
puro 1
conocido 1
destruir 1
ninguno 1
reconocen 1
caín 1
malas 1
odia 1
permanente 1
puso 1
poner 1
bienes 1
cómo 1
lengua 1
sabremos 1
corazones 1
condene 1
condena 1
creamos 1
crean 1
espíritus 1
salido 1
hablan 1
error 1
enviado 1
vivamos 1
consiste 1
amado 1
nunca 1
permanecemos 1
juicio 1
fuera 1
castigo 1
primero 1
ame 1
guardemos 1
vino 1
estos 1
tierra 1
hombres 1
sepan 1
conforme 1
cometiendo 1
pedirá 1
cometen 1
deba 1
ese 1
nació 1
bajo 1
entendimiento 1
aléjense 1

Pronombres (segunda/tercera persona plural)#

1 John 1:2 and the life was manifested, and we have seen and testify and proclaim to you the eternal life, which was with the Father and was manifested to us—

1 John 1:3 what we have seen and heard we proclaim to you also, so that you too may have fellowship with us; and indeed our fellowship is with the Father, and with His Son Jesus Christ.

1 John 1:5 This is the message we have heard from Him and announce to you , that God is Light, and in Him there is no darkness at all.

1 John 2:1 My little children, I am writing these things to you so that you may not sin. And if anyone sins, we have an Advocate with the Father, Jesus Christ the righteous;

1 John 2:7 Beloved, I am not writing a new commandment to you , but an old commandment which you have had from the beginning; the old commandment is the word which you have heard.

1 John 2:8 On the other hand, I am writing a new commandment to you , which is true in Him and in you , because the darkness is passing away and the true Light is already shining.

1 John 2:12 I am writing to you , little children, because your sins have been forgiven you for His name’s sake.

1 John 2:13 I am writing to you , fathers, because you know Him who has been from the beginning. I am writing to you , young men, because you have overcome the evil one. I have written to you , children, because you know the Father.

1 John 2:14 I have written to you , fathers, because you know Him who has been from the beginning. I have written to you , young men, because you are strong, and the word of God abides in you , and you have overcome the evil one.

1 John 2:20 But you have an anointing from the Holy One, and you all know.

1 John 2:21 I have not written to you because you do not know the truth, but because you do know it, and because no lie is of the truth.

1 John 2:24 As for you , let that abide in you which you heard from the beginning. If what you heard from the beginning abides in you , you also will abide in the Son and in the Father.

1 John 2:26 These things I have written to you concerning those who are trying to deceive you .

1 John 2:27 As for you , the anointing which you received from Him abides in you , and you have no need for anyone to teach you ; but as His anointing teaches you about all things, and is true and is not a lie, and just as it has taught you , you abide in Him.

1 John 3:7 Little children, make sure no one deceives you ; the one who practices righteousness is righteous, just as He is righteous;

1 John 3:13 Do not be surprised, brethren, if the world hates you .

1 John 4:4 You are from God, little children, and have overcome them ; because greater is He who is in you than he who is in the world.

1 John 4:5 They are from the world; therefore they speak as from the world, and the world listens to them .

1 John 5:13 These things I have written to you who believe in the name of the Son of God, so that you may know that you have eternal life.

1 John 5:21 Little children, guard yourselves from idols.

Parrafos#

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida. Y la vida se manifestó. Nosotros la hemos visto, y damos testimonio y les anunciamos a ustedes la vida eterna que estaba con el Padre y se manifestó a nosotros. Lo que hemos visto y oído les proclamamos también a ustedes, para que también ustedes tengan comunión con nosotros. En verdad nuestra comunión es con el Padre y con Su Hijo Jesucristo. Les escribimos estas cosas para que nuestro gozo sea completo. Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que les anunciamos: Dios es Luz, y en Él no hay ninguna tiniebla. Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. Pero si andamos en la Luz, como Él está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso y Su palabra no está en nosotros. Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado para con el Padre, a Jesucristo el Justo. Él mismo es la propiciación por nuestros pecados, y no solo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Y en esto sabemos que lo hemos llegado a conocer: si guardamos Sus mandamientos. Él que dice: «Yo lo he llegado a conocer», y no guarda Sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero el que guarda Su palabra, en él verdaderamente se ha perfeccionado el amor de Dios. En esto sabemos que estamos en Él. El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo. Amados, no les escribo un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, que han tenido desde el principio. El mandamiento antiguo es la palabra que han oído. Por otra parte, les escribo un mandamiento nuevo, el cual es verdadero en Él y en ustedes, porque las tinieblas van pasando, y la Luz verdadera ya está alumbrando. El que dice que está en la Luz y aborrece a su hermano, está aún en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la Luz y no hay causa de tropiezo en él. Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas y anda en tinieblas, y no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Les escribo a ustedes, hijos, porque sus pecados les han sido perdonados por el nombre de Cristo. Les escribo a ustedes, padres, porque conocen a Aquel que ha sido desde el principio. Les escribo a ustedes, jóvenes, porque han vencido al maligno. Les he escrito a ustedes, niños, porque conocen al Padre. Les he escrito a ustedes, padres, porque conocen a Aquel que ha sido desde el principio. Les he escrito a ustedes, jóvenes, porque son fuertes y la palabra de Dios permanece en ustedes y han vencido al maligno. No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. El mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Hijitos, es la última hora, y así como oyeron que el anticristo viene, también ahora han surgido muchos anticristos. Por eso sabemos que es la última hora. Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros. Pero ustedes tienen la unción del Santo, y todos ustedes lo saben. No les he escrito porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; el que confiesa al Hijo tiene también al Padre. En cuanto a ustedes, que permanezca en ustedes lo que oyeron desde el principio. Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio, ustedes también permanecerán en el Hijo y en el Padre. Y esta es la promesa que Él mismo nos hizo: la vida eterna. Les he escrito estas cosas respecto a los que están tratando de engañarlos. En cuanto a ustedes, la unción que recibieron de Él permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que nadie les enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como les ha enseñado, ustedes permanecen en Él. Y ahora, hijos, permanezcan en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados en Su venida. Si saben que Él es justo, saben también que todo el que hace justicia es nacido de Él. Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro. Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley. Ustedes saben que Cristo se manifestó a fin de quitar los pecados, y en Él no hay pecado. Todo el que permanece en Él, no peca. Todo el que peca, ni lo ha visto ni lo ha conocido. Hijos míos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como Él es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. En esto conocemos el amor: en que Él puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de Él en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene. Porque Dios es mayor que nuestro corazón y Él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios. Y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. Y este es Su mandamiento: que creamos en el nombre de Su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado. El que guarda Sus mandamientos permanece en Él y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquel que está en ustedes que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error. Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros. En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de Su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. Nosotros amamos porque Él nos amó primero. Si alguien dice: «Yo amo a Dios», pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. Todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de Él. En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es Aquel que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no solo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres concuerdan. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que Él ha dado testimonio acerca de Su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo. Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Estas cosas les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; yo no digo que se deba pedir por ese. Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que Aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos a Aquel que es verdadero; y nosotros estamos en Aquel que es verdadero, en Su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna. Hijos, aléjense de los ídolos.

Fraseado#

Lo que existía

desde el principio,

lo que hemos oído,

lo que hemos visto

con nuestros propios ojos,

lo que hemos contemplado

y lo que han tocado nuestras manos,

esto escribimos

acerca del Verbo de vida.

Y la vida se manifestó.

Nosotros la hemos visto,

y damos testimonio

y les anunciamos a ustedes

la vida eterna

que estaba con el Padre

y se manifestó a nosotros.

Lo que hemos visto y oído

les proclamamos también a ustedes,

para que también ustedes

tengan comunión con nosotros.

En verdad nuestra comunión es

con el Padre

y con Su Hijo Jesucristo.

Les escribimos estas cosas

para que nuestro gozo sea completo.

Y este es el mensaje

que hemos oído de Él

y que les anunciamos:

Dios es Luz,

y en Él no hay ninguna tiniebla.

Si decimos

que tenemos comunión con Él,

pero andamos en tinieblas,

mentimos

y no practicamos la verdad.

Pero si andamos

en la Luz,

como Él está en la Luz,

tenemos comunión

los unos con los otros,

y la sangre de Jesús

Su Hijo

nos limpia de todo pecado.

Si decimos

que no tenemos pecado,

nos engañamos a nosotros mismos

y la verdad no está en nosotros.

Si confesamos nuestros pecados,

1Jn 1:9 Si G1437  confesamos G3670  nuestros G2257  pecados G266 , él es G2076  fiel G4103  y G2532  justo G1342  para G2443  que nos perdone G863  nuestros G2254  pecados G266 , y G2532  nos limpie G2511  de G575  toda G3956  maldad G93.

1Jn 2:23 Cualquiera G3956 G3588  que niega G720  al G3588  Hijo G5207 , este tal tampoco G3761  tiene G2192  al G3588  Padre G3962 . Cualquiera G3588  que confiese G3670  al G3588  Hijo G5207  tiene G2192  también G2532  al G3588  Padre G3962 .

1Jn 4:2 En G1722  esto G5129  conoced G1097  el G3588  Espíritu G4151  de Dios G2316 : todo G3956  espíritu G4151  que G3739  confiesa G3670  que G3739  Jesucristo G2424 G5547  es G2076  venido G2064  en G1722  carne G4561  es G2076  de G1537  Dios G2316 :

1Jn 4:3 Y G2532  todo G3956  espíritu G4151  que G3739  no G3361  confiesa G3670  que G3739  Jesucristo G2424 G5547  es G2076  venido G2064  en G1722  carne G4561 , no G3756  es G2076  de G1537  Dios G2316 : y éste G5124  es G2076  el G3588  espíritu del G3588  anticristo G500 , del G3588  cual G3739  vosotros habéis oído G191  que G3754  ha de G1537  venir G2064 , y que G3754  ahora G3568  ya G2235  está G2076  en G1722  el mundo G2889 .

1Jn 4:15 Cualquiera G3739  que confesare G3670  que G3754  Jesús G2424  es G2076  el G3588  Hijo G5207  de Dios G2316 , Dios G2316  está G3306  en G1722  él G846 , y G2532  él G846  en G1722  Dios G2316.

El uso del Apostol Juan de confesar (homologeo):#

Y  confesó G3670 , y no G3756   negó G720  ; mas G2532   declaró G3670 : No G3756   soy G1510   yo G1473   el G3588   Cristo G5547  .

Esto dijeron G2036   sus G846   padres G1118  , porque G3754   tenían miedo G5399   de los G3588   Judíos G2453  : porque G3754   ya G2235   los G3588   Judíos G2453   habían resuelto G4934   que G2443   si G1437   alguno G5100   confesase G3670  ser él el Mesías G3323  , fuese fuera G1096   de la sinagoga G656  .

todo eso  , aun G2532   de G1537   los G3588   príncipes G758  , muchos G4183   creyeron G4100   en G1519   él G846  ; mas G235   por causa G1223   de G1537   los G3588   Fariseos G5330   no G3756lo confesaban G3670 , por no G3361   ser G1096   echados de la sinagoga G656  .

2Jn 1:7 Porque G3754  muchos G4183  engañadores G4108  son entrados G1525  en G1722  el G3588  mundo G2889 , los cuales G3588  no G3361  confiesan G3670  que Jesucristo G2424 G5547  ha venido G2064  en G1722  carne G4561 . Este G3778  tal el G3588  engañador G4108  es G2076 , y G2532  el G3588  anticristo G500 .

El Uso de confesar (homologeo) de otros autores.#

Act 23:8 Porque G1063  los Saduceos G4523  dicen G3004  que no G3361  hay G1511  resurrección G386 , ni G3366  ángel G32 , ni G3383  espíritu G4151 ; mas G1161  los Fariseos G5330  confiesan G3670  ambas G297  cosas.

Rom 10:9 Que G3754  si G1437  confesares G3670  con G1722  tu G4675  boca G4750  al Señor G2962  Jesús G2424 , y G2532  creyeres G4100  en G1722  tu G4675  corazón G2588  que G3754  Dios G2316  le G846  levantó G1453  de G1537  los muertos G3498 , serás salvo G4982 . Rom 10:10 Porque G1063  con el corazón G2588  se cree G4100  para G1519  justicia G1343 ; mas G1161  con la boca G4750  se hace confesión** G3670 ** para G1519  salud G4991 .

1Ti 6:12 Pelea G75  la G3588  buena G2570  batalla G73  de la G3588  fe G4102 , echa G1949  mano de la G3588  vida G2222  eterna G166 , á G1519  la cual G3739  asimismo G2532  eres llamado G2564 , habiendo hecho** G3670**  buena G2570  profesión G3671  delante G1799  de muchos G4183  testigos G3144 .

Tit 1:16 Profésanse  G3670  conocer G1492  á Dios G2316 ; mas G1161  con los G3588  hechos G2041  lo niegan G720 , siendo G5607  abominables G947  y G2532  rebeldes G545 , reprobados G96  para toda G3956  buena G18  obra G2041 .

Heb 11:13 Conforme G2596  á la fe G4102  murieron G599  todos G3956  éstos G3778  sin G3361  haber recibido G2983  las promesas G1860 , sino G235  mirándolas G1492 G846  de lejos G4207 , y G2532  creyéndolas G3982 , y G2532  saludándolas G782 , y G2532  confesando** G3670**  que G3754  eran G1526  peregrinos G3581  y G2532  advenedizos G3927  sobre G1909  la G3588  tierra G1093 .

Heb 13:15 Así que G3767 , ofrezcamos G399  por medio G1223  de él G846  á Dios G2316  siempre G1223 G3956  sacrificio G2378  de alabanza G133 , es G2076  á saber G5124 , fruto G2590  de labios G5491  que G3767  confiesen** G3670**  á su G846  nombre G3686 .

Él es fiel y justo

para perdonarnos

los pecados

y para limpiarnos

de toda maldad.

Si decimos

que no hemos pecado,

lo hacemos a Él mentiroso

y Su palabra no está

en nosotros.

Hijitos míos,

les escribo estas cosas

para que no pequen.

Y si alguien peca,

tenemos Abogado para con el Padre,

a Jesucristo el Justo.

Él mismo es la propiciación

por nuestros pecados,

y no solo por los nuestros,

sino también por los del mundo entero.

Y en esto sabemos que lo hemos llegado a conocer:

si guardamos Sus mandamientos.

Él que dice: «Yo lo he llegado a conocer»,

y no guarda Sus mandamientos,

es un mentiroso

y la verdad no está en él.

Pero el que guarda Su palabra,

en él verdaderamente

se ha perfeccionado el amor de Dios.

En esto sabemos que estamos en Él.

El que dice que permanece en Él,

debe andar como Él anduvo.

Amados,

no les escribo un mandamiento nuevo,

sino un mandamiento antiguo,

que han tenido desde el principio.

El mandamiento antiguo es la palabra que han oído.

Por otra parte,

les escribo un mandamiento nuevo,

el cual es verdadero

en Él y en ustedes,

porque las tinieblas van pasando,

y la Luz verdadera ya está alumbrando.

El que dice

que está en la Luz

y aborrece a su hermano,

está aún en tinieblas.

El que ama a su hermano,

permanece en la Luz

y no hay causa de tropiezo en él.

Pero el que aborrece a su hermano,

está en tinieblas

y anda en tinieblas,

y no sabe adónde va,

porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Les escribo a ustedes, hijos,

porque sus pecados

les han sido perdonados

por el nombre de Cristo.

Les escribo a ustedes, padres,

porque conocen a Aquel

que ha sido desde el principio.

Les escribo a ustedes, jóvenes,

porque han vencido al maligno.

Les he escrito a ustedes, niños,

porque conocen al Padre.

Les he escrito a ustedes, padres,

porque conocen a Aquel

que ha sido desde el principio.

Les he escrito a ustedes, jóvenes,

porque son fuertes

y la palabra de Dios

permanece en ustedes

y han vencido al maligno.

No amen al mundo

ni las cosas que están en el mundo.

Si alguien ama al mundo,

el amor del Padre no está en él.

Porque todo lo que hay en el mundo,

la pasión de la carne,

la pasión de los ojos,

y la arrogancia de la vida,

no proviene del Padre,

sino del mundo.

El mundo pasa,

y también sus pasiones,

pero el que hace la voluntad de Dios

permanece para siempre.

Hijitos,

es la última hora,

y así como oyeron que el anticristo viene,

también ahora han surgido muchos anticristos.

Por eso sabemos que es la última hora.

Ellos salieron de nosotros,

pero en realidad no eran de nosotros,

porque si hubieran sido de nosotros,

habrían permanecido con nosotros.

Pero salieron,

a fin de que se manifestara

que no todos son de nosotros.

Pero ustedes tienen la unción del Santo,

y todos ustedes lo saben.

No les he escrito porque ignoren la verdad,

sino porque la conocen

y porque ninguna mentira procede de la verdad.

¿Quién es el mentiroso,

sino el que niega que Jesús es el Cristo?

Este es el anticristo,

el que niega al Padre y al Hijo.

Todo aquel que niega al Hijo

tampoco tiene al Padre;

el que confiesa al Hijo

tiene también al Padre.

En cuanto a ustedes,

que permanezca en ustedes

lo que oyeron desde el principio.

Si en ustedes permanece lo que oyeron desde el principio,

ustedes también permanecerán

en el Hijo y en el Padre.

Y esta es la promesa

que Él mismo nos hizo:

la vida eterna.

Les he escrito estas cosas

respecto a los que están tratando de engañarlos.

En cuanto a ustedes,

la unción que recibieron de Él

permanece en ustedes,

y no tienen necesidad de que nadie les enseñe.

Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas,

y es verdadera y no mentira,

y así como les ha enseñado,

ustedes permanecen en Él.

Y ahora, hijos,

permanezcan en Él,

para que cuando se manifieste,

tengamos confianza

y no nos apartemos

de Él avergonzados en Su venida.

Si saben que Él es justo,

saben también

que todo el que hace justicia es nacido de Él.

Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre:

que seamos llamados hijos de Dios.

Y eso somos.

Por esto el mundo no nos conoce,

porque no lo conoció a Él.

Amados,

ahora somos hijos de Dios

y aún no se ha manifestado

lo que habremos de ser.

Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste,

seremos semejantes a Él,

porque lo veremos como Él es.

Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él,

se purifica,

así como Él es puro.

Todo el que practica el pecado,

practica también la infracción de la ley,

pues el pecado es infracción de la ley.

Ustedes saben que Cristo

se manifestó a fin de quitar los pecados,

y en Él no hay pecado.

Todo el que permanece en Él, no peca.

Todo el que peca, ni lo ha visto ni lo ha conocido.

Hijos míos,

que nadie los engañe.

El que practica la justicia es justo,

así como Él es justo.

El que practica el pecado es del diablo,

porque el diablo ha pecado desde el principio.

El Hijo de Dios se manifestó con este propósito:

para destruir las obras del diablo.

Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado,

porque la simiente de Dios permanece en él.

No puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él. En esto conocemos el amor: en que Él puso Su vida por nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. En esto sabremos que somos de la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de Él en cualquier cosa en que nuestro corazón nos condene. Porque Dios es mayor que nuestro corazón y Él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos condena, confianza tenemos delante de Dios. Y todo lo que pidamos lo recibimos de Él, porque guardamos Sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de Él. Y este es Su mandamiento: que creamos en el nombre de Su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como Él nos ha mandado. El que guarda Sus mandamientos permanece en Él y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado. Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto ustedes conocen el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios. Y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de Dios, y este es el espíritu del anticristo, del cual ustedes han oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquel que está en ustedes que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error. Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a Su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios así nos amó, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nunca lo ha visto nadie. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros. En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de Su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió al Hijo para ser el Salvador del mundo. Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él. En esto se perfecciona el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio, pues como Él es, así somos también nosotros en este mundo. En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor involucra castigo, y el que teme no es hecho perfecto en el amor. Nosotros amamos porque Él nos amó primero. Si alguien dice: «Yo amo a Dios», pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. Todo aquel que ama al Padre, ama al que ha nacido de Él. En esto sabemos que amamos a los hijos de Dios: cuando amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos. Porque este es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Y quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Este es Aquel que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no solo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo, y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua, y la sangre, y los tres concuerdan. Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio de Dios: que Él ha dado testimonio acerca de Su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene el testimonio en sí mismo. El que no cree a Dios, ha hecho a Dios mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado respecto a Su Hijo. Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo. El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Estas cosas les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho. Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado que no lleva a la muerte, pedirá, y por él Dios dará vida a los que cometen pecado que no lleva a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; yo no digo que se deba pedir por ese. Toda injusticia es pecado, pero hay pecado que no lleva a la muerte. Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que Aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos a Aquel que es verdadero;

y nosotros estamos en Aquel que es verdadero,

en Su Hijo Jesucristo.

Este es el verdadero Dios y la vida eterna.

Hijos, aléjense de los ídolos.